domingo, 26 de abril de 2009

Cuento de Daniel Galera



A continuación un cuento corto del brasileño Daniel Galera contenido en su libro Dentes Guardados.

Amor Perfecto

Me desvirgó. Cogimos en mi cuarto en una noche calurosa que mis padres estaban en la finca. Una penetración indolora, lenta y placentera. El resto de la madrugada él acarició incansablemente mi cuerpo, adorando todo, mis pechos que yo temía por demás que fuesen pequeños, mi culo que yo encontraba fofo, mis pies con dedos torcidos. Yo tenía miedo de cómo los hombres juzgarían mi cuerpo, era mi única ansiedad y él la disipó rápidamente en nuestra primera noche en la cama. La primera vez que lo hicimos sin capote, extrañé el sentir aquella verga dentro de mí. Me senté sobre los talones para que todo se escurriese de una vez para fuera. Me sentí ridícula cuando él colocó un pedazo de papel en su mano y luego la puso en medio de mis piernas diciendo, Ey así vas a manchar tu edredón. Sus gestos me sorprendían, trayendo calma y comodidad, siempre yendo a favor de mis expectativas. Días después en un bar una chica llegó vendiendo rosas y por un instante temí que él fuese a darme una rosa, actitud que yo habría considerado estúpida, odio las flores y odio las pendejadas románticas. Él rechazó la rosa e inclusive dijo, espero que nunca quieras que te de rosas. No coincidíamos en todo, la verdad teníamos gustos bastante antagónicos para muchas cosas, películas y marcas de cerveza por ejemplo, mas él nunca se mostró preocupado por cambiar mis opiniones, aceptaba mi personalidad, mis errores y mis estados de ánimo con absoluta tolerancia. Cierta vez disipó la vergüenza que tuve por haber llorado frente a él con el acto de lamer mi rostro y tragarse mis lágrimas, mitigando mis momentos de angustia con largos abrazos silenciosos. Una noche que salí sola y lo traicioné por primera vez, me di cuenta que tenía una oportunidad para probar su tolerancia. Le conté todo y, para mi espanto, él apenas movió sus párpados lisos y me dijo que encontraba natural el deseo fuera de la relación, que estaba bajado pero que mi traición no disminuía su amor por mí. Insistí, describí en detalle al chico, los besos y caricias que nos dimos en la pista y esto, en lugar de alterarlo, lo excitó. Acabamos cogiendo y la verdad me gustó. Fue a partir de aquel día que su tolerancia se tornó irritante. Me convencí que debía provocarlo, necesitaba de un poco de odio, tumulto, nuestro amor era demasiado recto. Sólo que no funcionó: soportó mis encabronamientos escandalosos, mis eructos en público, respondió mis agresiones verbales con altura, accedió a todos mis comportamientos. Porque me amaba. Me trataba tan bien. Reaccionaba tan bien a mis expectativas, que su amor comenzó a darme tedio. Se tornó irritante de tan pleno, de tan incorregible. Ahí mismo decidí terminar, mandarlo a la mierda. Y claro, ¡hasta en eso él fue comprensivo! Yo estaba presta a encender el tercer cigarro cuando él reaccionó y fue a darme un abrazo. Respetó mis sentimientos, dijo entender que su amor incondicional me ofendiese. ¡Pero si no era para que lo entendiera! ¡No era para que lo aceptara, coño! , era para sentir odio, para que me odiase, ¡me le fui encima a aquel hijo de puta! Le lancé el teléfono, vasos, libros, sillas, todo sobre él y él los devolvió, me pegó con fuerza, me mandó a la mierda y a cada tentativa mía de aplastarlo él respondió. Lo escupí y él me escupió, le arañé la cara y él me pateó por todo el suelo de la sala, sentí dolor, berreé como una cerda y percibí horrorizada que hasta en aquel mismo momento, ¡por Dios!, estaba haciendo lo que yo esperaba de él; él me estaba dando lo que yo quería…

Traducido por Nelson Ordóñez

martes, 14 de abril de 2009

Poemas de Matthieu Gosztola




Matthieu Gosztola nació el 4 de octubre de 1981, en Mans, es francés. Paralelamente a su trabajo de poeta ha publicado fotografías en revistas como el jardín de prueba,verso o contra-avenidas; ha hecho numerosas críticas literarias en la revista “Historias literarias” así como artículos de crítica sobre Jarry, Valery, Reverdy o sobre la línea que existió entre la litertura y la ciencias a finales del siglo XIX. Ha participado en la edición de las obras de Raymond Russel y en coloquios en Laval, París y ostrava, en la revista “los cuadernos pedagógicos”.Sobre la musicalidad del vacío es citado como uno de los libros que permiten descubrir la poesía de hoy. Con ocasión de la aparición de este libro de poesía, sus poemas han sido leídos por actores en el programa Francia cultura en una emisión sopresa durante la noche.
Matthieu Gosztola no se limita a la publicación de obras, tiene publicados poemas en revistas literarias francesas, belgas y canadienses y sus poemas han aparecido en antologías como las de “buscando el mediodía”, ha sido traducido al inglés y publicado en los estados unidos. En el séptimo número, ante último, de la revista Caravanas publicada en casa Febo y dirigida por André Velter, Jean-Pierre Sicre y André Velter lo comparan con Rimbaud “ ¿Qué edad tenía Rimbaud? Anunciando que él se inscribe en falso contra la muerte de la poesía”



*
Algo sobre nuestras lenguas
Como sabor a prosa
Que apresura nuestros besos.
*
Tomarte de la mano
Hacía un mirador
Del lugar
Donde estábamos.
*
Estabas tú y nada faltaba
Inclusive había de más

Persistía algo
Cuando tú no estabas

El mercurio bajo la mano.
*
Cuando nuestras pieles se miraban en el espejo
Era a ti a quien siempre miraban

Nadie
Más podía aparecer.
*
Las caricias se apoderan de boca y manos
Para hablar.
*
El contacto nos arranca
Luego yacemos sobre la cama.
*
Poseídos por nuestros deseos
Nuestros rostros nos hacen conocidos.
*
Nuestras caricias son ladrones de menta.
*
El sueño es una araña que corre
De vena en vena
Tejiendo su tela a la velocidad de la sangre.
*
Luz fortuita
Sobre nuestros cuerpos
Que aún dormidos
La preceden.
*
Abro los ojos
Y sonrío:
Una fracción de sombra
Falta en nuestros cuerpos.
*
Tu mirada me muestra lo que
Quizás se entiende
Del canto del pájaro.
*
Este mundo
Es un tesoro
Que resbala de la cornea.
*
Si nuestro rostro fuese como las líneas de la mano
No habría palabras para nombrarnos.
*
Estas palabras que buscamos
Abrir
Para contar en ellas las semillas.
*
Nos escapamos del poema
Hasta que nuestras caricias
Nos depositen en otra página.
*
Cada vez que hago
Rodar una caricia sobre tu cuerpo
Me vuelvo niño.
*
El árbol se ha entregado
A varios lugares
Poroso de luz
El pájaro se aviene
A lo mismo
Con su canto.
*
¿Por qué dices que quieres morir enteramente?
Todavía hay lugar
Bajo mis pupilas.
*
A tu Muerte:
El poema recuerda
Un desorden de plumas
*
Tu Muerte ha puesto los silencios a cuestas.


Extractos

De pie en la cocina

Ella descascara
Un rosario de grosellas

El sol ha encarado mi vida
Con ese deslumbramiento
Yo he retenido tu rostro.

Eres bella
como un color que hemos omitido barnizar

Cada mañana
La viuda llena dos tazas

Cada mañana
ella vacía el contenido de una taza
en el fregadero

No hay jamás tanta ternura
Para un hombre carcomido por la idea del último
Viaje

Poner el fuego a nuestra vida
para que la partida que no quema
nos aparezca



Para ver las versiones en francés: Maison des écrivains et de la littérature , La capital des mots y, además agregamos su blog personal Le blog de Gosztola

Traducciones de Nelson Ordoñez y Manuel Martínez.